Para evitar el desgaste de forrar libros y cuadernos de un día para otro, ó lo más común "dejar las cosas para último momento " , destina cada día un horario para esta actividad. Sería bueno que lo hagas junto a tus hijos o enfrente de ellos para que vayan sentiendo el espíritu de volver a clases.
Días antes del regreso a clases traten de dormir más temprano para hacer más fácil la transición y entender que se acabaron las vacaciones.
Usa tu creatividad y pon a volar la imaginación para preparar las meriendas de tus hijos con recetas sanas, que además representarán un alivio para tu cartera y ayudará a organizar mejor tus tiempos.
Si tienes vecinos que llevan a sus hijos a la misma escuela, compartan la rutina de transporte: un día ellos y un día tú.
Este es tu momento de replantear la convivencia con tus hijos, y esto incluye hacer la tarea juntos. Empieza a repasar con juegos las últimas lecciones antes de salir de vacaciones, así el regreso a clases será más natural y sencillo para tus hijos. Organízate con tu pareja para asumir de mejor forma esta responsabilidad.
Un consejo más: no los satures. Aunque las actividades extracurriculares también sirven para mantener ocupados a los hijos mientras los padres trabajan o porque temen que se vayan a aburrir, es importante tener tiempo libre.